Por una nueva perspectiva en los aprendizajes

by | Ago 1, 2014 | Artículos

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Por. José Guadalupe Bermúdez Olivares

Uno de los retos más destacados del nuevo escenario epistemológico, es la superación de la dicotomía entre ciencias sociales y las naturales, en tanto que éstas requieren del esclarecimiento de los presupuestos que ofrecen las ciencias sociales. De lo anterior se deriva la necesidad de replantear a la ciencia en general como una cuestión de interés social y bioético; ello es prioritario e imprescindible, en oposición al papel instrumental que se le asigna en el marco de la modernidad.

Las ciencias sociales destacan la propuesta de la incorporación de la categoría “contexto” para comprender la relación recíproca sujeto-objeto en el proceso de construcción del conocimiento, superando la dicotomía unilateral clásica sujeto-objeto, que dominó la historia de la filosofía hasta la modernidad. Los conceptos de praxis social e intersubjetividad, así como la dimensión del concepto de hermenéutica, ofrecen un bagaje pertinente de ideas renovadoras de la epistemología.

La Teoría de la Complejidad contiene perspectivas novedosas, desafiantes y un amplio poder analítico y explicativo. Sobre ella se abre un debate profundo. La dialéctica de la interrelación predomina sobre la dialéctica de la contradicción, cuestión que debe contrastarse evidentemente con la realidad. Igual problematización exige la definición de los saberes disciplinares con el enfoque transdisciplinar, toda vez que la naturaleza y dinámica de los objetos de conocimiento son factores determinantes en la construcción del mismo y en el arribo al llamado “concreto pensado” o totalidad concreta.

Se parte de que la co – presencia es indispensable para la realización de los vínculos sociales. En ella los nombres y apellidos de los involucrados es la base de partida de los patrones de interacción social; es decir, la situación de los quién(es); dónde; cuándo; qué; cómo; para qué; por qué. La complejidad social tiene su raíz en la vida cotidiana.

La Bioética y la idea de sustentabilidad de la vida social serán referentes que nos permitan examinar las nuevas dimensiones morales y la incertidumbre sobre la evolución y alcance del conocimiento social y humano que se puede construir en comunidad con los sujetos implicados.

La perspectiva hermenéutica recuperará el reto de los docentes y alumnos de referir, en lo posible, su proceso pedagógico a las fuentes primarias del conocimiento en un ejercicio cotidianamente interactivo con la dinámica social de su realidad.

En el plano psicológico

El humanismo se nutre de teóricos como William Stern hablando del sano funcionamiento de la persona; Abraham Maslow, con su teoría de la autorrealización, Fritz Perls con la psicoterapia gestalt y Carl R. Rogers con el enfoque centrado en la persona. Los principios comunes a todas las corrientes enmarcadas en la psicología humanista y que constituyen los paradigmas fundamentales son:

  1. El ser humano, en cuanto persona, supera la suma de sus partes.
  2. La existencia del ser humano está siempre ligada a relaciones interhumanas.
  3. El ser humano vive de manera consciente, esta es su característica central y la base para la comprensión de la experiencia humana como tal.
  4. El ser humano está en situación de elegir y decidir, y puede mediante sus decisiones activas –volitivas- variar su situación vital.
  5. El ser humano está orientado hacia una meta.

Se puede considerar como objetivo central de la psicología humanista promover el desarrollo integral del individuo a través de: la comprensión de sí para vivir y existir, la singularidad de la existencia humana, la noción de responsabilidad personal y la noción de libertad relativa.

En el Plano Pedagógico

Se recupera aquí el constructivismo cognitivo consolidado por Vigostky que trabajó como primicia la reconstrucción de conocimientos mediante la mediación y contextualización de los mismos, hasta el constructivismo social que enuncia como principio el que el conocimiento se construye en interacción con otros.

Desde esta perspectiva pedagógica, la concepción constructivista se basará en el aprendizaje significativo, en oposición al tratamiento de la didáctica tradicional que se ocupa solo de la cátedra y el aprendizaje memorístico. La concepción constructivista ofrece la base necesaria para analizar, explicar y comprender el proceso de construcción y reconstrucción del conocimiento.

Los alumnos acceden a los aprendizajes formales de la escuela, poseedores valores y de representaciones acerca del mundo que organizan en estructuras conceptuales y metodológicas. El sujeto es así una construcción propia, producto de la interacción compleja de múltiples factores.

La escuela ofrece a los alumnos acervos culturales que son fundamentales para su desarrollo personal y no solo en el ámbito cognitivo: la educación es motor para el desarrollo globalmente entendido, lo que supone incluir también las capacidades y el equilibrio psicomotriz personal, de inserción social y de relación interpersonal.

Los seres humanos son producto de su capacidad para adquirir conocimiento y para reflexionar sobre sí mismos, lo que les permite anticipar, explicar y confrontar propositivamente la naturaleza y construir la cultura.

En el plano metodológico

El enfoque metodológico a considerar debe responder en su esencia, al carácter complejo del ser humano, su realidad psicosocial, su carácter de ser integral y sus requerimientos de existencia laboral, familiar y social en el momento actual.

El enfoque por competencias ofrece la posibilidad de crear ambientes de aprendizaje en los que se puede reconstruir la teoría y la práctica, confrontar las ideas con las acciones y con los resultados, poniendo en primer plano los aspectos cognoscitivos del saber donde se combine el pensamiento y la acción y se pueda dar solución a problemas y situaciones complejas.

Las competencias que se adquieran deben ser habilidades y destrezas que adquiera el individuo para activar su propio conjunto de recursos cognoscitivos con los que pueda enfrentar cualquier situación, adquiriendo al mismo tiempo formación continua aprendiendo a saber, saber hacer, saber ser y convivir; conformándose de una amplia formación holista y polivalente.

Es menester para el desdoblamiento de las dimensiones del saber referencial estrategias como las siguientes:

  • Trabajo interactivo en el aula y fuera de ella que permita la exploración de problemáticas sociales y particulares, la contrastación, el análisis de causas y efectos, así como posibles soluciones.
  • Estudios de casos, técnicas participativas (juego de roles o role-playing, socio dramas, etc.).
  • Discusiones y técnicas de estudio activo, exposiciones, análisis grupal y explicaciones de carácter persuasivo.

El reto, por tanto está vigente en un alto porcentaje de nuestras prácticas y nuestras maneras de pensar.

Nota: Estas conclusiones son parte de las reflexiones de un equipo de profesionistas que aportamos al estado de Michoacán la construcción de al menos 2 nuevas instituciones: La Universidad Virtual del Estado de Michoacán y el Telebachillerato de Michoacán, así como generamos espacios de discusión en torno a la temática, uno de ellos es el Centro de Estudios Avanzados sobre la complejidad.

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1 Comment

  1. Anita Perez

    Felicidades por tu extraordinario trabajo académico mi querido Doctor… Ojalá tengamos oportunidad de encontrarnos pronto para seguir creciendo con tus enseñanzas….!!!!

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