Emprendurismo social, alternativa laboral y compromiso social educativo. El Caso de los interventores educativos.

by | Nov 8, 2015 | Artículos

José Guadalupe Bermúdez Olivares

 

Las Expectativas profesionales

 

Síntesis:

 

La presente pone a disposición de los universitarios la idea de vivir un modelo de emprendurismo, precisamente cuando la imagen de la concresión del profesionista que se forma en la UPN se debate en su quehacer y por tanto deja a la institución sin demarcaciones de impacto social. Se ofrece un caso concreto de lo que es posible hacer con este modelo, que está iniciando su marcha.

Palabras clave:

Emprendurismo, desarrollo social, desarrollo humano, empleo, financiamiento, Intervención, UPN.

Presentación:

374891_2214093595048_23192183_nLa Universidad Pedagógica Nacional necesita transitar hacia nuevos modelos en donde se invierta más en el seguimiento de egresados, preocuparse por la inserción laboral y mejorarse al conocer la precisión del éxito de sus perfiles de egreso y el impacto social de sus programas. En este caso nos referimos al egresado de la Licenciatura en Intervención Educativa, del que hay muchos supuestos y pocas investigaciones que aporten datos para la valoración de la inserción laboral en los ámbitos e instituciones que fueron pensados en su creación.

Explica Palma Sáenz and Talamantes Enríquez (2013) en una investigación de egresados de LIE, que en esta relación del propósito de formar un profesional de la educación capaz de atender necesidades sociales crecientes, a través de proyectos de intervención para solventarlas, generando contextos sociales de mayor equidad, que a pesar de contar con altos satisfactores en las prácticas profesionales, emitidos por las instituciones y organizaciones recepcionistas del servicio, los estudiantes no logran insertarse con su proyecto porque estas entidades no cuentan con presupuesto ni plazas y que en el mejor de los casos a partir de acuerdos políticos y ajustes al perfil de egreso, se insertan en las filas de la docencia en Educación Básica, enfrentándose lo instituido con los preceptos de creación de la licenciatura.

Muchas alternativas son susceptibles para la empleabilidad de los egresados, pero ello exige la adecuación curricular para facilitarles el éxito, una de ellas es complementar la formación en proyectos ya que contrasta lo que reciben con los requerimientos de financiamiento, aún que sean proyectos educativos, se enfrentan a concepciones y metodologías no abordadas en el plan de estudios. Un programa compensatorio puede ayudar a que concreten sus aspiraciones y poder desarrollarse en un abanico de oportunidades manteniendo el sentido social. En esta posibilidad se inscribe el planteamiento de orientar hacia el emprendurismo social.

El emprendurismo social y financiación de proyectos. Una alternativa viable y necesaria.

En un contexto de desigualdad social, competitivo hasta la destrucción de empresas, déficit en las ofertas de empleo para todos y en particular para nuestros egresados, por tanto búsqueda de alternativas: el emprendedurismo social es un modelo acorde a la formación profesional de los estudiantes de la Licenciatura en Intervención Educativa.

Es común saber de incubadoras de empresas en muchas instituciones de Educación Superior, para acompañar a sus egresados en su inserción laboral y de sus proyectos en el mercado; no así en instituciones donde su oferta es más hacia áreas de humanidades y ciencias sociales. Al no ser carreras técnicas sus dificultades de inserción laboral, a través de emprendurismo, tienen mayor complicación en financiamientos y mercado.

El emprendurismo supone representaciones (García 2014) y procesos de transformación de saberes heurísticos desde los cuales se desvanece la lógica de la oferta y la demanda para convertirse más social y responder a las necesidades humanas no atendidas. El emprendedurismo social está enmarcado en lo que se considera Economía Social y Solidaria, la cual actualmente es incuantificable en México debido a la atomización y el tamaño de las unidades productivas. No obstante, existe un debate sobre la teleología de los emprendimientos sociales; si éstos deben ser de carácter colectivo o individual, y los objetivos que persiguen. (Rivera and Díaz 2013) Un emprendimiento individual no siempre tiene vocación social, así como una empresa de carácter público, con un determinado número de accionistas, tampoco estaría obligada a renunciar a la generación de utilidades.

La literatura empresarial nos brinda aproximaciones al significado del emprendimiento y lo remonta al entrepreneurship, que es sinónimo de innovación, cambio de paradigmas o toma de riesgos (Rivera and Díaz 2013). Ser empresario está asociado con el inicio de un negocio, pero esta es una aplicación muy laxa de un término que tiene una rica historia y un significado mucho más importante. El término tiene su origen en la economía francesa, entre los siglos XVII y XVIII, y significa alguien que se compromete; no un empresario en el sentido de ser director, sino alguien que lleva a cabo una proyecto o actividad importante. Más específicamente, el término llegó a ser usado para identificar a los individuos que estimulan el progreso económico mediante la búsqueda de nuevas y mejores formas de hacer las cosas.

En el siglo XX, Joseph Schumpeter era el economista más asociado con el término emprendedor; describió a los empresarios como los innovadores que conducían un proceso de creación destructiva. En sus palabras, la función del emprendedor es reformar o revolucionar el patrón de producción. Esto es posible mediante la explotación de una innovación o mediante la apertura de una nueva fuente de suministros de materiales o una novedosa salida al mercado para el excedente productivo, o por medio de la reorganización de una empresa. Todas estas son formas de revolucionar la manera de hacer las cosas.

El emprendimiento social se enfoca en la innovación y el cambio social; busca un capital base para reinvertir y crecer. Este tipo de empresas confunden a muchos que creen erróneamente que el emprendimiento social corresponde a empresas sin fines de lucro que no requieren generar recursos económicos, cuando en realidad son empresas que necesitan fondos para cumplir su objetivo social, el hecho de obtener una ganancia es sólo un medio para cumplir una meta (Burt 2008). La efervescencia de los emprendimientos sociales obedece a diferentes factores: modificaciones en las políticas de bienestar social (principalmente en los países industrializados), las falencias del Estado y del mercado, los crecientes incentivos a la innovación social, la creciente demanda de servicios sociales y comunitarios y, principalmente, el auge de organizaciones nacionales e internacionales con objetivos sociales. Los emprendimientos sociales tienen características en común, aunque cada uno tiene las propias dependiendo del grupo social que lo realice y de las condiciones donde se ubique.A continuación se definen cuatro aspectos diferenciadores del emprendimiento:

  • Destrucción creativa: la generación de productos o servicios innovadores destruye a los que estaban en el mercado;
  • Creación de valor: traspasar recursos económicos de un área de baja productividad a una de alta y mayor rendimiento;
  • Identificación de oportunidades: explotar las oportunidades que los cambios brindan, e
  • Ingenio: la capacidad de no sólo aprovechar oportunidades, sino también de afrontar los retos que comporta la falta de recursos para llevarlas a cabo.

El voluntariado y el emprendimiento social comparten el mismo ethos, el cual se caracteriza por valores como la solidaridad, la reciprocidad, la confianza mutua y el sentimiento de pertenencia. En todo el mundo, millones de personas participan en actividades de voluntariado de distinta índole tales como coadyuvar en la erradicación de la pobreza, prestar servicios de salud, mejorar la educación básica,realizar acciones para suministrar agua potable a comunidades donde no se cuenta con este recurso, abordar los problemas ambientales y luchar contra la exclusión social.

Las empresas sociales no están insertas en el concepto de altruismo como se cree, por el contrario, aunque tentativamente la estricta generación de utilidades no es su objetivo, se ciernen dentro de la sostenibilidad para seguir operando

El emprendimiento social suele tener éxito en los sectores de la economía donde el mercado ha fallado y la acción del Estado es asistencialista y no detona las capacidades productivas de las comunidades. Un emprendimiento social, cuando resulta exitoso, puede no sólo transformar las vidas de los beneficiarios, sino también la forma de abordar un problema en general, lo que implica estar frente a una innovación social.

Hemos conocido de algunas asociaciones civiles donde los egresados se agrupan para vender servicios, pocas por cierto, asociaciones de egresados que se han formado en los tiempos recientes, sin el acompañamiento de la institución; al escucharlos y comparar con los modelos, no son ni empresas de mercado ni empresas sociales, más bien como que se quedan en tratar de concretar una idea, por tanto su objetivo de emplearse se aleja mucho de la realidad.

Algunas otras solamente llegaron a concretar su acta constitutiva, pero siguen vírgenes en a operación. Incluso algunas hasta logran tener la CLUNI que es el registro que otorga SEDESOL, a través de INDESOL, como asociación no lucrativa para poder recibir financiamiento gubernamental, pero sin poder concretarlo porque le falta el acompañamiento de su universidad.

También hay intentos por constituirse en despachos de egresados, pero en el mejor de los casos terminan atendiendo a los familiares cercanos y al paso de unos días desaparecen porque no les da suficiencia para sobrevivir.

Evidencia de empresa social en marcha

En la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Morelia, se empieza a vivir la experiencia con EDUTEC A.C. asociación donde la mayoría son egresados de UPN, de sus diferentes licenciaturas, pero conjugando reglas del mercado con sus postulados sociales, para poder acceder a los contratos con la administración pública y la empresa. Aquí llegan egresados, se preparan en cosas concretas, reciben complementos formativos especialmente en proyectos de inversión y se insertan laboralmente en poco tiempo. Hay muchos que conocen esta experiencia, que en los últimos 3 años llegó a atender cerca de 20 mil docentes en sus talleres y cursos contratados en diferentes partes del país. Esta experiencia se sitúa como un modelo híbrido.

En el caso del empredurismo social, en los últimos días de abril, al amparo de EDUTEC A.C. y AQUÍ ESTAMOS A.C., un grupo de jóvenes de la LIE, de las distintas líneas y semestres, decidieron aventurarse en una experiencia con ideal social, vienen diseñando un proyecto para jóvenes que podría convertirse en un modelo internacional por no existir y ser novedoso, denominado “Entre jóvenes”, éste se empieza a poner a prueba en la zona conurbada de Morelia a los ojos y asombro de quienes han logrado conocer la propuesta. En su estructura se tienen considerados 3 momentos, en donde uno de ellos los llevará a transformarse en una agencia de desarrollo social con las posibilidades de tener financiamiento nacional e internacional, público y privado.

El proyecto “Entre jóvenes” actualmente tiene gestión y está a punto de recibir recursos federales y estatales, además de fundaciones nacionales e internacionales, ello es posible porque sus autores se insertan en la filosofía de la Licenciatura en Intervención Educativa y del emprendurismo social y porque han recibido formación en proyectos que les permite incursionar al lugar de los financiamientos.

Propuestas:

  1. Constituir en la UPN un colectivo que busque organizar y promover ideas de inserción laboral con sentido social y ético, mismo que puede marcar la diferencia de los proyectos de incubación de empresas de otras instituciones, pero además llenar un vacío de la universidad con sus egresados y con la sociedad.
  2. Instituir en la UPN el departamento, coordinación o comisión de Incubación de la empresa social, con el fin de brindar asesoría especializada, infraestructura, redes de contacto, acceso a la gestión de financiamiento y asesoría continúa
  3. Rescatar la orientación de la LIE y otros programas educativos, en el sentido social, pero desde la academia, con altos niveles de transferencia que permita que los proyectos de intervención vayan mucho más allá de lo que hoy hacemos. Solo este cambio académico puede potenciar ideas nuevas y asentadas en el desarrollo social y de las potencialidades del ser humano.

Referencias

Burt, M. (2008). “El nuevo campo del emprendedurismo social: teoría y práctica.” Desarrollando nuevos emprendimientos. Centro de Formación de la Cooperación Española. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

García, L. C. (2014). “Especificación de un modelo de emprendedurismo social.” Razón y palabra(88): 53-40.

Palma Sáenz, E. E. and M. C. Talamantes Enríquez (2013). “Licenciatura en Intervención Educativa: mercado Laboral.”

Rivera, S. E. M. and L. F. R. Díaz (2013). “Emprendedurismo social en México: hacia un modelo de innovación para la inserción social y laboral en el ámbito rural.”

 

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